Obturaciones en Badalona

Dentro de la Odontología reparadora, están las llamadas obturaciones, más conocidas popularmente como empastes. Esta antigua técnica ha ido avanzando y modificándose a lo largo del tiempo. La aparición de nuevos materiales y la desaparición de otros hacen que sea una técnica puntera dentro de nuestra profesión.

Se trata de un procedimiento sencillo, que se realiza en la clínica dental en una sola sesión. El profesional aplicará anestesia local en la zona, para que no sientas ninguna molestia en la realización de la obturación. Por lo general, la restauración de la pieza no suele durar más de 15 minutos.
Tras el tratamiento, el paciente no percibe ningún tipo de dolor y recupera su vida diaria con total normalidad.

Empastes dentales en Badalona: ¿qué son?

En ocasiones esta técnica se utiliza para reparar fracturas o pequeños desprendimientos de parte de una pieza dental. Sin embargo, normalmente se aplica en zonas dentales afectadas por una caries en un estado primario o intermedio, en las que se pueda mantener la pieza dental sustituyendo los espacios por sustancias de apariencia similar al diente y que puedan mantener la morfología del mismo.

Con los empastes se consigue también frenar la vía de avance de las bacterias que han producido la caries en la pieza.

¿Cómo se realizan los empastes dentales?

Inicialmente, se analiza a través del diagnóstico por imagen la profundidad y extensión de la caries a tratar.

Posteriormente, con instrumental especializado, se procede a remover todas aquellas partes de la pieza dental afectadas total o parcialmente por la enfermedad. Una vez removido el material enfermo e higienizada la zona, se procede al rellenado del espacio con sustancias endurecedoras.

Los empastes en la Odontología Moderna se realizan con compuestos a base de resina, que en este caso son también los más económicos. Existen también sustancias a base de porcelana que son mucho más resistentes e imitan con exactitud el color de los dientes naturales. Todos los materiales son suficientes para soportar la masticación y la trituración, sobre todo en los molares, que son las piezas que sufren más presión y a la vez desgaste.

Este tipo de obturaciones son menos duraderas que las antiguas de amalgama. Estas últimas han sido ya prohibidas por las autoridades sanitarias por su contenido en mercurio, en prevención de la posible toxicidad del mismo.

Una vez finalizado el proceso de relleno, el especialista esculpe y comprueba la huella de mordida para garantizar que la pieza reparada disponga de la misma ergonomía que en su estado natural.

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